A finales de diciembre del gris y deplorable año 2009 se escuchaba en las calles y en los distintos medios de comunicación de nuestro país comentarios de los más pintorescos personajes “públicos” y otros provenientes del público sobre lo mejor del año y todos, hasta los políticos férreamente enfrentados, coincidían en lo mismo: lo mejor del 2009 es que ya está por terminar. Y yo pensé lo mismo. Este año es de los más tristes que recordaran los mexicanos de esta época. ¿Por qué queremos no recordar lo que sucedió en la vida nacional? ¿Qué nos dejo el 2009? Recordemos solo algunas penosas situaciones que vivimos en este año:
- Decenas y decenas de muertes de personas por causa de la fallida guerra contra el narcotráfico que emprende el gobierno federal, muertes que incluyen la de decenas de civiles inocentes que desgraciadamente se encontraron en el lugar y momento menos apropiado; no olvidemos que la inseguridad se incremento en gran parte del territorio nacional precisamente por esta guerra perdida que, además, absorbe millones de pesos de los recursos públicos para sostenerse y que ha provocado que el presupuesto asignado a otros asuntos de muchísima más importancia para la sociedad se disminuya como es en el caso de la educación pública, el campo mexicano y los servicios de salud;
- Este año también trajo a los mexicanos semanas de crisis al borde del pánico por causa del virus de la influenza A H1N1 que supuestamente se desato en territorio veracruzano. Esta crisis de salud pública (que gran parte de la población cree que fue más un show mediático montado por el gobierno federal) no solo paralizo asuntos internos del país, sobre todo económicos, también puso en una situación delicada las relaciones diplomáticas de México con varios países por una irresponsable desinformación de los medios nacionales que explotaron ventajosamente el tema en detrimento de la imagen, de por si negativa, de nuestro país en el exterior.
- La crisis económica internacional originada en Wall Street desde finales de 2007 y que solo se manifestaría como un “catarrito” en nuestro país según las palabras del ex-secretario de la SHCP, Agustin Carstenes, nos ha afectado más que a cualquier otro país (claro, sin contar a Estados Unidos) por que las medidas anti-crisis de nuestros dirigentes no fueron las adecuadas pues se enfocaron a mantener una buena imagen internacional de la economía mexicana y no a contrarrestar los efectos negativos en la sociedad mexicana. Algunas declaraciones de reconocidos personajes mundiales como Joseph Stiglitz (quien dijo que el desempeño de México -del gobierno federal- en el manejo de la crisis ha sido uno de los peores en el mundo), pusieron en tela de juicio los discursos oficiales del gobierno mexicano sobre las buenas medidas que implementaron para minimizar los efectos negativos de dicha crisis en nuestra economía. Como era de esperarse, Calderón y su equipo de trabajo descalificaron las declaraciones de Stiglitz y menospreciaron su análisis pues finalmente ¿Quién se cree ese tal Stiglitz? ¿Qué sabe ese señor sobre crisis si tan solo es un simple Nobel de Economía?
- Sonaron muchos escándalos políticos en torno a las elecciones federales y locales que se realizaron en el país. Escándalos de políticos vinculados al narcotráfico, o de personas electas que seden su cargo como parte de estrategias para darle la vuelta a la ley como el caso de las mujeres diputadas que pidieron licencia para dejar su puesto a hombres o el tristemente caso Juanito que solo muestran los defectos de nuestro sistema político nacional y demuestran por enésima vez que los políticos mexicanos, de cualquier corriente y partido, solo persiguen intereses particulares y de grupos.
- A mediados del año, un trágico suceso revelo una línea más de corrupción dentro del gobierno federal: un incendio en Hermosillo Sonora de una guardería subrogada al IMSS provoco la muerte de más de cuarenta niños y dejo más de veinte heridos por quemaduras de gravedad pues en esta guardería no contaba con las medidas adecuadas de seguridad y para una fácil evacuación en caso de emergencia. Pocos días se dio a conocer que ya se habían hecho las observaciones y recomendaciones a esta y muchas otras guarderías para implementar las medidas adecuadas de seguridad. Desgraciadamente no se hizo caso y la tragedia sucedió. Con esta desgracia sale a la luz un escándalo más: los dueños de la guardería (o concesionarios) tienen vínculos familiares con Calderón y el gobernador de Sonora, y como es ya normal en nuestro país, la única consecuencia para estas personas apadrinadas fue el perder la concesión de las guarderías, mientras, los padres de los niños se les ha negado la justicia y solo esperaran que el tiempo calme su dolor.
- Entre tantas acciones tan erradas y perjudiciales para la sociedad por parte del actual gobierno federal, encontramos una que destacará por años (algo no sencillo entre tantísimos desaciertos de esta administración): el 10 de octubre, de la noche a la mañana, más de cuarenta mil personas perdieron su empleo por un decreto presidencial. Calderón decreto la extinción de Luz y Fuerza del Centro y el pretexto que utilizo para respaldar su decisión fue que la empresa descentralizada presentaba pérdidas económicas insostenibles además de prestar un mal servicio, pero los verdaderos motivos fueron saliendo a la luz y resaltaron acuerdos previos a la extinción sobre concesiones de la red de fibra óptica que el gobierno federal otorgaría a privados, además de enfrentamientos entre el sindicato de electricistas y distintos funcionarios de la administración federal. Es lamentable ver que un gobierno que no ha podido crear las condiciones para generar empleos fijos ni temporales, deje de un momento a otro a miles de personas sin trabajo y peor aún, que los culpe por el mal funcionamiento de una empresa a la que las administraciones federales de las últimas tres décadas no le quisieron invertir y modernizar adecuadamente, lo cual acelero su deterioro más que cualquier otra cosa.
Y así podemos pasar resaltando muchos más hechos lamentables y grises de este 2009 que lo han dejado marcado como uno de los peores en esta época. A veces deseamos que nunca llegue el final de algo que nos ha dado momentos de felicidad o alegría o diversión como el viaje con amigos a alguna playa o la gran fiesta que encuentras en un carnaval, pero no es el caso de este 2009. Su final, tan anhelado creo yo por casi todos los mexicanos, nos dio por algunos día la esperanza de que todo puede ser mejor en el 2010, pero la realidad hoy es otra.
¿Por qué esa esperanza a menguado con el paso de los primeros días de este 2010? He aquí algunos motivos: Nos encontramos que esta lucha contra el narcotráfico trae mas muertes e inseguridad y ha puesto a Cd. Juárez como la ciudad más violenta del mundo; Las agresiones contra las comunidades zapatistas se han incrementado; un tribunal colegiado falló a favor de Grupo México, dueños de la mina de Cananea donde los trabajadores se encontraban en huelga desde el 2007, de esta forma quedan sin empleo y sustento decenas de familias; Otra desgracia, la inundación de varias colonias del Valle de México, ha puesto de nuevo en evidencia la incapacidad de las autoridades en caso de emergencia y sobre todo, su falta de interés para solucionar los problemas en zonas populares y así prevenir mas desastres; En los últimos días se ha puesto en discusión la reforma política de Calderón, donde aparentemente pretende dar una mayor apertura a la participación ciudadana pero en realidad, con un más profundo análisis, encontramos que hay condiciones tramposas para frenan dicha participación.
Lo anterior es solo es una parte de lo que ha sucedido en nuestro país tan solo en los dos primeros meses de este 2010. Tenemos ya mucho que lamentar pero creo que también mucho más que aprender. Como país estamos en una situación deplorable con impuestos absurdos, altos e injustamente recaudados, con altos índices de pobreza, de inseguridad, con grandes injusticias sociales, con una educación por los suelos, con servicios mediocres de salud pública, bajos salarios, pocos empleos y con millones de personas sin esperanza ni fe en un futuro mejor para nuestro país. Pero a pesar de este panorama gris aun estamos a tiempo de corregir el rumbo y tenemos ejemplos concretos y cercanos que nos muestran que hay alternativas y que esta situación puede revertirse: Brasil quien sin duda ya es una potencia económica y políticamente -aunque menospreciados aun- a nivel mundial; Venezuela, que está mostrando otra alternativa de políticas sociales; Cuba, quien ha sido el símbolo de resistencia por muchas décadas en todo el mundo; y finalmente Bolivia, donde la situación llego a ser igual o más deplorable que en nuestro México y en donde ahora su población de la mano con su gobierno han concebido una nueva constitución política, tal vez la más progresista y humana en el mundo posicionándolos en la vanguardia de la humanidad.
Tenemos mucho que aprender y, lo mejor, estamos aun a tiempo para actuar. ¿Soñamos con justicia, paz, libertad, respeto, tolerancia y con mejores condiciones de vida en todos los aspectos? Pues la buena noticia es que está en nuestras manos el lograrlo y que los próximos años estén colmados de bendiciones, tantas que nuestro deseo sea que no lleguen a su final.